Parece que estuviéramos en mundos totalmente distintos. En un mundo, mis padres hablan español. En el otro, hablamos inglés.
Cuando mis padres conversan y escucho algo interesante, como los planes que tienen para cuando yo esté en la escuela, me gusta prestar atención. Pero cuando no es nada interesante, hago lo que se me ocurre.
Algunas veces, mis amigos expresan interés por mi idioma. Les gustaría que les enseñara un poco de español. Entonces, les enseño palabras como ¿cómo estás?, hola y luna.
Mi mamá dice que cuando sea mayor me interesará más aprender a hablar en español, pero no estoy segura. No sé cómo será esa época.